Cuando citamos a los chicos del Programa ECO EXPLORADORES SOLIDARIOS a las 6:30 a.m., para algunos era una locura, puesto que los niños de esa edad no suelen levantarse tan temprano y mucho menos los domingos, pero los hechos nos fueron dando la razón: el entusiamo por la aventura, la motivación del grupo y sobre todo el inetrés por lo desconocido hicieron que los pequeños que oscilan entre las edades de 7 y 11 años llegaran temprano y con ganas de caminar.
La primera parte lo hicimos en una movilidad que nos llevó hasta al pie del cerro el lúcumo ubicado en José Gálvez - Villa María del Triunfo, de pronto todos vieron un majestuso cerro decorado con tonalidades verdes, gracias a una peculiar vegetación invernal, pero a su vez cubierto de una tenue neblina gracias a la cual podíamos disfrutar de este fenomeno estacional llamado "lomas".
El entusiasmo hizo que en pocos minutos i
niciaramos el ascenso al majestuso lúcumo que poco a poco nos demostraría que era mas bello por dentro que desde fuera. La neblina en la parte alta cada vez mas densa, en algún momento hizo temer a alguno de los chicos quienes se preocuparon por continuar. A la pregunta de ¿falta mucho?, sólo quedaba decir ...
menos que hace un rato.... el camino entre rocas, vegetación y algunas ocasionales cuevas hicieron que mas que uno haga realidad su sueño infantil...vivir una aventura... Frente a nosotros vimos aparecer verdes paisajes, rocas de formas extrañas, insectos propios de la zona y un camino que cada vez se ponía mas agreste y mas de uno "mordió el polvo de la falta de equilibrio" al caerse o resbalar.
El tiempo transcurría y entre descanso y descanso llegamos a la cumbre mas alta, momento en el cual avistamos a un "guarda parques" que nos informaba que ya habíamos llegado a los linderos de la aún no reconocida reserva natural y nos daba la bienvenida, debido a que habíamos coordinado previamente nuestra incursión por esta zona mas agreste.
El pico de una de las montañas fue el punto de encuentro con el segundo grupo formado por niños mas pequeños y madres de familia que por motivos de seguridad habían tomado la ruta señalizada.
La mina, las cuevas, las pinturas rupestres, los insectos palos, la vista maravillosas y los caracoles, justificaron las casi 5 horas que duró la caminata.
Para algunos padres será su última salida, para algunos niños será una de las primeras experiencias increíbles de su vida. Estamos seguro que para algunos adultos fue sin duda aguna un día agotador, pero para los niños fue un día de experiencias nuevas que comentarán por mucho tiempo.
Gracias al Programa ECO EXPLORADORES SOLIDARIOS, es casi seguro que ese día logramos arrancarle de las garras de la televisión o videos juegos a nuestros niño
s por casi casi 5 horas, que fueron a su vez 5 horas de experiencias nuevas, de aprendizajes vivenciales y del buen uso del tiempo libre.
Las casi 70 personas, entre hombres, mujeres y niños que participaron en la experiencia, estamos seguros que estarían gustosos de participar en alguna aventura similar.
Esta experiencia ahora está siendo complementada en los talleres con la construcción de cajas entomológicas y herbarios que los chicos están contruyendo con los insectos y plantas que mas les llamó la atención, de esta manera la aventura es combinada con el aprendizaje y deleite por las ciencias de la naturaleza
Probablemente cuando visitemos la zona en el verano, ya no veremos los cerros llenos de vida, sino un inmenso campo desértico que cualquier visitante ignoraría el hermoso paisaje que se desarrolla en invierno.
